Lo nuevo y valioso causa en uno la extrañeza suficiente como para parar las antenas y recibir todo su influjo y poder. Acaba de salir, acaso, una obra tan redonda como anudada que dio a luz la neurona enérgica de mi amigo y pariente Nicolás Blum. La obra es impar (y también se llama así), pero me quedo con esta canción que le da sustento y profundidad al concepto del disco. Soporta como estructura invisible, inasible, del concepto de juego y mascarada, de sueño y sobrerrealismo en que se confunden la música visceral y la letra craneada, sopesada meticulosamente. Y me quedo también con la pregunta que me deja la obra: si alcanzan los versos para diluir un engaño o es que se compensa un engaño con otro. Martingala (descargar) Nicolás Blum Amaneció cubrió su cara con la almohada tal vez creyó posible que le guarde las palabras Esta idea absurda del amor era nuestro orgullo en plena batalla no estaré en la mesa de hoy como el arquetipo de tus desgracias En este juego re
Juan Pablo Cozzi, insistiendo en el bloguismo desde 2009. ¡Ahora en colores y con ilustraciones!