Tal vez no sea tan acertado decir el arma del poeta es la palabra,
cuando es su mirada lo que hace de él un sujeto extraordinario. Con ojo de pez,
Pablo Schipani mira a las mujeres y les habla echando burbujas que no pueden
sino elevarse al horizonte vertical.
"Mujeres
Sumergidas" es su mirada dirigida a esos personajes femeninos en cuya
muerte está implicada alguna forma de inmersión. Desde Alfonsina Storni hasta
Eva Duarte embalsamada, todas sometieron sus cuerpos al elemento más
abundante del planeta, ese del que brotó la vida, sumergiéndose en un bucle que
une la boca a la cola de la serpiente.
El ojo del poeta asiste entonces al evento que las inmortaliza. ¿O
será su mirada creadora lo que encuentra un principio en el final? Sea como
sea, cuando todo es occidente, la poesía inventa lo inmortal.