En un rincón de su Cadillac, Max Cady lee alguna novela de John MacDonald. De pronto, mirando una página en blanco, se peina, se saca un pedazo de lechuga del colmillo y se decide. El humo de su habano va cobrando la forma de una cabeza con cuatro ojos. Y mientras tiene lugar esta metamorfosis, los párrafos siguientes del libro languidecen hasta palidecer por completo. Las páginas que siguen ya son blancas o siempre lo fueron. Y un reflejo de mueca cínica sobrepuebla las hojas. El humo se hizo calavera y Cady ya dejó de ser libre.
Cape Fear, Martin Scorsese, 1991
Cape Fear, Martin Scorsese, 1991