Ir al contenido principal

Elásticas

Haciéndose eco de la voluntad de Joyce de plagar el Ulises de trampas y tropiezos interpretativos, el editor ordenó ahorrar en pegamento. Lo que se obtiene es el más coherente e irrespetuoso paratexto: un libro frágil cuyas páginas se escurren de mis manos cada vez que intento terminar de entenderlo. Si algún día me toca en suerte perder hojas de este ejemplar que guardo entre bandas elásticas en un lugar estratégico de mi madriguera, espero no olvidarme que en el capítulo cinco se puede leer tremendo párrafo:

Disfrutar de un baño ahora: limpio pesebre de agua, fresco barniz, la suave y tibia corriente de agua. Este es mi cuerpo.
Entrevió su cuerpo pálido recostado del todo, desnudo, en un útero de calidez, aceitado por un fragante jabón, lavado suavemente. Vio su tronco y extremidades rotondulando y sostenidos, boyando ligeramente hacia arriba, amarillo-limón: su ombligo, capullo de carne: y vio los oscuros rizos enredados de su vello púbico flotando, flotante cabello de la corriente alrededor del fláccido padre de miles, una lánguida flor flotante.

Entradas populares de este blog

Guerra Mundial Z: la victoria del plan B

Nada de invasiones alienígenas, ni metáforas de la sociedad de consumo, ni alguna otra elaborada diacronía sobre la caída de la civilización. Hagamos una película donde los zombis sean zombis, sin vueltas. Guerra Mundial Z gana cuando hace convivir dos fórmulas que parecen opuestas, pero que se complementan muy bien: 1) Menos es más. (El argumento) Sacando una o dos escenas, en las que para que el relato continúe es necesario darle forma de explicación, la película no se detiene en buscarle la vuelta al asunto de los zombis, ni desde las conspiraciones, ni desde un probable génesis científico. Tampoco se narra poniendo el foco en la supervivencia, cosa que ya hemos visto en otros ejemplares del género. Simplemente se apoya en el saber colectivo acerca de estas criaturas y elabora una interminable sucesión de giros, basados en una misma estructura: el plan A no funciona. Desde esa premisa, el relato podría ser infinito. Voy a intentar explicarlo muy brevemente y sin spoilers. Ha...

Diario #3 - La cisterna y el manantial

La cisterna contiene, el manantial rebosa. William Blake Hubo un tiempo (creo que muy breve) en el que muchas y muchos de quienes nos dedicamos a escribir incursionamos en la autopublicación digital. Los blogs ofrecían un espacio sin intermediarios, de una escritura fresca y periódica. Cada quien elegía cuánto tiempo dedicarle a la composición del blog, a la edición propiamente dicha. Conocí sitios lindos de navegar, algunos más estructurados que otros, algunos mejor organizados que otros. Algunos imitaban revistas, otros improvisaban blocks de notas. Hubo blogs caóticos en los que a veces estaba bueno perderse y también blogs minimalistas realmente muy bellos. Las redes sociales, que fueron condicionando de alguna manera nuestro modo de relacionarnos con los contenidos, finalmente reemplazaron estos dispositivos de lectura por algo que llamaron micro-blogging. Los mediatizaron, por así decirlo, cumpliendo así con su único objetivo.  No pretendo hacer de esto una especie de elegía ...

La falla es la obra

La falla es la obra. En el tempes- tuoso mar de causas y azahares una catás- trofe o quizás una casualidad hizo fallar lo inerte por un buen rato. 🐜 . ❇ (De la biblia de los bichos. Escrita en sangre de hormigas) ❇ . ❇ (Podria ser la versión final de una obra, pero no. Nunca hay tal cosa.)❇