8/8/18 Lluvioso y frío, aunque verde por todas partes. Verde una cintita atada a un poste de luz. Verde un pañuelo en la mochila de una mujer que sube al colectivo. Verde las plantas invernales. Verde ventanas de las que cuelgan cortinas verdes, que hoy quieren brotar para hacerse ver. Verde las pibas de segundo año, maquilladas de brillantina verde en los ojos y en los pómulos. Uñas verdes sosteniendo un paraguas. No sé por qué hoy, pero pienso en la chica de la que me enamoré en el vuelo de Salónica a Amsterdam. No puedo sacarme su imagen de la cabeza. Como si ella, al pasar frente a un espejo (al espejo que yo fui) hubiese dejado su imagen viva. No una foto, sino esa figura corpórea, física, hecha de los más maravillosos fenómenos de la refracción lumínica. En clase leo La Muerta de Maupassant, a viva voz, mientras las pibas se sorprenden de que que dije “chiques” y que el aborto debe ser legal, seguro y gratuito, y que el Estado no debería tener poder sobre el...
Juan Pablo Cozzi, insistiendo en el bloguismo desde 2009. ¡Ahora en colores y con ilustraciones!