Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2012

Viajeros de Alba y Ocaso

Se me hace imposible desligar ciertos lazos que, a la hora de leer, se imponen como un contexto ineludible, como un epígrafe invisible y único que encabeza determinados textos. Tolkien y Lewis, creo, abanderan la lista de matrimonios literarios.  No me interesa ahora entrar en la simbología filosófica ni en su baluarte del relato mitológico y esa combinación inmejorable de paganismo y cristianismo. Me detengo apenas en una observación (porque de eso se trata Bastardillas), sobre los mapas que siempre contienen más territorialidades que superficies.  El creador de Narnia sitúa la Nación de Aslan en el límite oriental del mundo, tras una imponente cortina de agua. En cambio, el autor de la Tierra Media ubica las Tierras Imperecederas en el extremo occidental. Esta diferencia es quizás menos radical de lo que aparenta, pero no puedo dejar de ver en el primero la alusión a un amanecer espiritual siempre postergado, mientras que en el segundo se trata de la melancolía de lo q...

Beber en monstruo

Laiseca / Beber en rojo (Drácula)  (Reseña para Revista Tela de Rayón ) Si, como dijo Borges, cada escritor engendra su propios antecesores, aquí Laiseca, devenido anti-autor no solo los nombra a todos y cada uno, sino que los pone en juego. En una reescritura del todo intencionada del Drácula de Stoker, nos propone una novela metaliteraria, plagada de citas y paráfrasis, que es “única en su especie” (como lo es todo monstruo) y que no sólo dialoga con la historia de la literatura de horror sino con la propia obra del autor, incluyéndola oblicuamente en la tradición que estudia y genera al mismo tiempo.  Los personajes de Stoker, recreados en un castillo actualizado del Conde, que tiene mucho de la casa Usher, están librados a una dialéctica desde la que se elabora no solo una antología de horror muy bien delineada sino también una suerte de manifiesto estético, en el que el autodeclarado monstruo de la literatura argentina expone su inextinguible apología de lo mon...

El secreto del pájaro-momia

Entré al Museo Argentino de Ciencias Naturales con mi hijo y mi viejo y fue como si viviese en tiempos paralelos y sincronizados todas mis visitas a todos los museos. Me abstraía por momentos en las relaciones padre-abuelo-hijo-padre que se enredaban como estopa, como maraña de lazos que a veces saltan de un tiempo a otro, de un personaje a otro, necesariamente arbitrarios, inexorablemente repetitivos. Nos movíamos de una sala a otra rodando como cardo ruso, atentos a lo que cada escena inmóvil nos despertaba.  Pero, si se trataba de lazos y oblicuidades, lo mejor nos esperaba en la sala de Aves. Ahí puede verse, desde 2010, una serie de vitrinas con aves embalsamadas en una representación de su hábitat natural. Contra un fondo fotográfico que nos mete en el paisaje, se superponen ramas y hojas, piedras y arroyos ficticios. Y escondidos entre estos objetos, los coloridos pájaros-momia miran atentos lo que sucede más allá de los vidrios que los separan de nuestra dimensión. Deb...