Termina el penúltimo capítulo de Una serie de eventos desafortunados y Jeremías tiembla. Con apenas siete años, está experimentando una forma de la ansiedad a la que Netflix lo somete con absoluta malicia. Su mundo se vuelve insípido y soso. Se le ven las costillas y el hambre le transparenta la piel. Pero no quiere comer hasta no saciar el otro hambre: el de la cucharada de azúcar mágica que sale de la pantalla. Termina el último capítulo de la serie y los protagonistas cuelgan de un barranco. Jeremías contiene el temblor y estalla en llanto. ¡Cómo puede terminar así! Lo veo retorcerse como el insecto inconforme en que lo han convertido. Tendrá que esperar un año para saber si caen o no caen. Le han confiscado, con total perversidad, el tesoro del relato. ¡Netflix, me cago en tus muertos! Jeremías y yo tenemos un plan. Lemony Snicket (Daniel Handler) ya escribió esta historia y se puede leer completa. El spoiler es a la Industria lo que el trueque es al...
Juan Pablo Cozzi, insistiendo en el bloguismo desde 2009. ¡Ahora en colores y con ilustraciones!