Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada. Miguel Hernández Será que no hay libertad posible sin despedazarse primero. Nuestros brazos y piernas, digo, sean quizás también cadenas. O incluso aquél impulso libertario de Edipo, de arrancarse los ojos, no hace más que reafirmar que es necesario desmembrarse para ser libre. Ahora, confiemos, como el poeta, en el buen ojo de una mujer en tetas que pondrá cada cosa en su lugar cuando ya todo esté perdido.
Juan Pablo Cozzi, insistiendo en el bloguismo desde 2009. ¡Ahora en colores y con ilustraciones!