El verso, como organización espacial de las unidades de un poema, es un dispositivo geográfico-auditivo (o no lo es ni de lejos). No es un paratexto. No figura como tal en ninguna taxonomía de marcos del texto. Sin embargo, lo que esta disposición puede lograr con un texto cualquiera merece, al menos, una interpretación lúdica (para esto me hubiera convenido escribir en ingles y valerme de las ambigüedades de los términos play y game ). Leer Deleuze-Guattari en clave de poesía. Representarlos en verso no es sino otra forma de desterritorializarlos. Un tallerismo, se diría, un entretenimiento estéril. Pero el sexo no se trata de otra cosa. Saltar de un círculo a otro, desplazar siempre la escena, representarla en otra parte, es la operación histérica del tramposo como sujeto que responde a la operación paranoica del déspota instalado en su centro de significancia (Gilles Deleuze y Félix Guattari,...
Juan Pablo Cozzi, insistiendo en el bloguismo desde 2009. ¡Ahora en colores y con ilustraciones!